Este último domingo estuvo especialmente húmedo. Después de haber lloviznado todo el sábado por la noche, era obvio que alguna consecuencia iba a traer. Pero no se me ocurrió que la cantidad de agua empozada iba a ser tal que nos iba a dejar sin cancha.
Los presentes hasta ese momento tuvimos que tomar una decisión ante la, últimamente, numerosa concurrencia de los domingos. Había una sola cancha de cemento -semiseca- y el césped. A pesar de que había prácticamente 10 de nosotros, íbamos a tener que compartir el cemento con el grupo que siempre juega en ese patio. El razonamiento fue lógico: para qué un triangular -o cuadrangular- si podíamos usar el césped.
Tomamos una decisión ecológica, por decirlo de alguna manera -un par arrugó porque no querían mojarse las tabas y se regresaron al patio; lo que no entendí fue por qué una hora más tarde andaban jugando sin ningún problema en el mismo pasto con el grupo al que se habían integrado... al final fue lo mismo y nos descompletaron-. La vaina fue que el pasto estaba tan mojado como nuestra cancha de siempre. El resultado: nos faltaron los remos.
Los presentes hasta ese momento tuvimos que tomar una decisión ante la, últimamente, numerosa concurrencia de los domingos. Había una sola cancha de cemento -semiseca- y el césped. A pesar de que había prácticamente 10 de nosotros, íbamos a tener que compartir el cemento con el grupo que siempre juega en ese patio. El razonamiento fue lógico: para qué un triangular -o cuadrangular- si podíamos usar el césped.
Tomamos una decisión ecológica, por decirlo de alguna manera -un par arrugó porque no querían mojarse las tabas y se regresaron al patio; lo que no entendí fue por qué una hora más tarde andaban jugando sin ningún problema en el mismo pasto con el grupo al que se habían integrado... al final fue lo mismo y nos descompletaron-. La vaina fue que el pasto estaba tan mojado como nuestra cancha de siempre. El resultado: nos faltaron los remos.
Los jugadores de la fecha. Faltan Monteza, en el arco que no se ve, y Fernando, empuñando la cámara.
Miss Adobo de Mondongo 2008
Cholito por más que lo intenta, le resulta imposible limpiar esa camiseta.
Una pausa en el juego. Recoger la pelota duraba una eternidad.
El Tanque Cortez.
Juguete preparado, espera reventando de emoción.
Apromax disforzadísimo. Todas las quería hacer él.
Ay, se quiebra la Flecha.
Así empieza...
... Así termina.
Un ataque infructuoso que Eric quiere tapar A MITAD DE CANCHA.
Juguete se la pasaba diciendo que ya salía el sol... y las nubes bien cerradas nomás.
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