Hubo que buscar al tal Tito para que nos abriera la cancha, porque ya teníamos la gente pero no la seguridad del lugar. El Tito se hizo el difícil pero 4 luquitas lo ablandaron tanto que se quedó hasta después de que nos fuimos. Ha sucedido antes, nos hemos quedado sin jugar por falta de gente y falta de cancha, pero esta vez ganamos, le ganamos al mal augurio. Nos vemos el domingo.
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