Hola a todos: Como se podrán imaginar aún estoy vivo tras el terremoto, espero que nada les haya pasado a Uds. Les cuento que nada fue bonito durante el sismo. Yo apenas había llegado a mi casa de trabajar y me di con la sorpresa que casi no había nadie en casa. Solamente la nana de mis sobrinos y obviamente mis sobrinos, nadie más. Subí a mi habitación y encendí la computadora, luego me senté y entonces sucedió: todo empezó a temblar. Pensé entonces que una especie de manifestación colectiva en honor a este vicio torcido llamado "reggaeton" se había iniciado en mi cuadra. Pero había un detalle: Daddy Yankee no se escuchaba para nada. Entonces deduje (sabiamente) que se trataba de un temblor...diablos! tengo que reconocerlo: le tengo algo de espanto a ese fenómeno. Mantuve la cordura (ojo que dije "cordura" y no "gordura" eso es una utopía para mí) por mis sobrinos. Bajé y le dije a la nana: carga al más pequeño que yo cargaré al mayor. Salimos así afuera de la casa y los autos estacionados parecían cobrar vida. Me dije: ¡Maldición! ¡Hasta los autos bailan mejor que yo!!! Tienen mejor swim!!! Reconocí entonces que yo era un caso perdido, un caso para INFINITO. Pero pronto advertí que el baile de los autos no era porque ellos querían hacerlo, tampoco era que un par de enamorados libidinosos estaban haciendo de las suyas..Noooooo! era un terremoto...noooooooooooooooooo!! Diosito sabía de mi fobia a los temblores y terremotos, sin embargo, tal vez era una señal, tal vez me quiso decir: ¡si no bailas, bailarás con un terremoto!!! Quizá no tuvo mucho tacto...me debes una eh.
En fin, en esos segundos que se nos hicieron interminables estoy seguro que más de uno de Uds., tuvieron una especie de regresión y empezaron a recordar algunas cosas que hicieron y que de las cuales no se sienten muy orgullosos. Bueno, si no fue así, pues los felicito. Yo en cambio tuve un dejavu alucinante: creo que devolveré la toalla que algún día robé de un hotel jajaja u hostal? jaja, bueno, lo haré. Bueno amigos, espero que realmente estén bien y respondan a este correo para saber que lo están. Recuerden que aunque sea cierto que la ingratitud puede perfectamente personalizarse en mí, también es cierto que siempre estarán conmigo en mis pensamientos. Nunca lo duden. Saludos.
Pepe Alarcón
jueves, 16 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario