10 LECCIONES QUE NOS DEJA EL FRACASO DE LA PICHANGA DEL SABADO

Consejos de conejo para quien, en el futuro, se atreva a convocar para un día sábado.

1. Nunca jamás vuelvas a convocar a una pichanga el día sábado. Menos aún si es que no hay colegio disponible, porque parece ser que es ahí únicamente donde la gente quiere jugar.

2. No inviertas más de 10 soles de tarjeta prepago porque no rinde. Finalmente, llamar y hablar directamente con algunos de los involucrados da lo mismo que enviar mensaje.

3. Manda solamente una tanda de mensajes y, de preferencia, el mismo día sábado, porque así envíes durante la semana, al final vas a obtener el mismo resultado. En total, fueron cerca de 60 mensajes entre primera convocatoria, pidiendo confirmación, respuestas individuales, etc.

4. No creas en las confirmaciones. Lo más probable es que, cuando te dicen que están en camino, estén camino para otro lado.

5. Coordina -con él sí- con Gianni Albarracín, pero algunos días antes. Él propuso jugar en Minka si es que había gente y encontraba cancha. Qué hubiera sido de nosotros si es que encontrábamos cancha para las 4 de la tarde? Yo, ingenuo, le dije que habían 10 confirmados -los había!- y él me dijo que con 14 la hacíamos. Dispuesto estaba a completar en caso hubiésemos sido 10 solamente. Gracias Dios por ocupar esa cancha, gracias.

6. No luches contra un censo... jamás nunca, y espera hasta el siguiente domingo para pichanguear.

7. Si ves que sale el sol, y crees además que eso va a animar a la gente a jugar, pues no seas pelotudo. El clima nada tiene que ver.

8. Al primer atisbo -o si quieren llámenlo sospecha, sensación, predicción, presentimiento- de que la cosa no va a funcionar, cancela todo. Abandona, no seas terco. Chequea la cartelera o compra tu dvd pirata o visita a tu vieja. La pichanga no va a funcionar.

9. Si aún con esas estás dispuesto a convocar sábado, primero manda mensaje; segundo, búscalos casa por casa -no los llames, tiene que ser en persona- y conversa con ellos acerca de sus perspectivas, cómo se encuentran físicamente, si están dispuestos a vestir la casaquilla de la pichanga; tercero, hazles firmar una letra de cambio en blanco o una carta de compromiso con declaración jurada si es que dice que se apunta; cuarto, el mismo día, tienes que alquilar una combi e irlos a buscar, sea a su chamba o casa -si te atreves a cambiarlos, eso ya es por tu cuenta y riesgo-; quinto, paga tú una buena cancha, separándola de ser posible varios días antes. Ah, y lleva pelota.

10. Definitivamente, la pichanga es de los domingos. Y al domingo no se le puede sacar la vuelta pe. Se enoja, ya vimos.